Según las leyendas de Elnerth, una poderosa energía mística fluía peligrosamente por el mundo. Para evitar eventos catastróficos, esa energía se dividía en seis partes diferentes llamadas las Esencias.
Los Santuarios son la única manera de canalizar el poder de las Esencias. Los jugadores toman el rol de los Guardianes, cada uno está sincronizado con una Esencia y gobierna sobre una Facción. El objetivo del juego es destruir todos los Santuarios de la Facción del oponente, para convertirse en el único Guardián capaz de determinar el destino del mundo.